Crónica 2 de un evento cultural por Martina Gaggero
Taller de expresión I Cátedra Reale - comisión 56,
Santiago Castellano.
Trabajo original e individual por Martina Gaggero.
Actividad:
Asistir a un evento cultural y realizar una crónica de tipo narrativo
etnográfica.
De fábrica de carteras a centro gourmet.
El Sábado 4 de Junio por la tarde fui a Mercat Villa Crespo,
un espacio que queda en Thames 747 donde hay distintos locales para disfrutar
de la comida y conocer más sobre la gastronomía. Reúne y combina el espíritu de
los viejos mercados de alimentos y los patios de comidas de los shoppings, con
las tendencias de consumo local y sustentable. No se usan plásticos y todos los
residuos se separan y reciclan. También los cubiertos y las bolsas que
acompañan los pedidos son biodegradables y reutilizables.
Mercat está inspirado en la Boquería de Barcelona bajo el
concepto “Menos súper, más mercado”.
Consta de tres pisos y se ofrecen diferentes productos como café de especialidad; chocolates; frutas y verduras sin agrotóxicos; carne pastoril (que promueve la ganadería responsable donde el suelo y la biodiversidad son componentes fundamentales); comida basada en plantas y sin tacc; pastas rellenas; quesos, jamones y salames; panes orgánicos y de masa madre; empanadas tucumanas; tacos; bebidas artesanales; licuados de fruta orgánica; helados a base de aceite de coco, entre muchas otras cosas. La decoración además imita el Chelsea Market de Nueva York, donde también hay ladrillos a la vista, metales, luces led y distintos elementos que caracterizan y llaman la atención del público presente.
Lo más atractivo de Mercat es la variedad de alimentos y
productos que se venden y la experiencia gastronómica que propone.
Cuando entre al mercado lo que más me gustó fue el diseño vanguardista y la impronta urbana que se exhibe en cada rincón.
Cada oferta tenía alguna distinción que tentaba y yo
particularmente decidí probar una torta de chocolate Nutella y un budín de
banana del lugar “Grano Santo” junto a un jugo natural de maracuyá del local “Tierra
orgánica” (que lo dan en una botella de vidrio que tiene un valor y luego si uno
quiere la puede devolver así ellos también te dan el dinero que costó, esto
promueve la reutilización).
Cada piso tenía una zona vidriada dónde se podía observar la
parte de abajo. Esta escenografía es interesante y muchas personas se detienen
en el sitio para tomar fotos.
También hay un mural temático en
el primer piso que se puede observar mejor desde el balcón de la planta de
arriba. Este estilo industrial representa dos manos rompiendo un huevo.
Un collage de fotos sacadas en la
fábrica que antiguamente se ubicaba allí es otra decoración llamativa y
observada por quienes pasean en Mercat.
Luego de irme y disfrutar de la comida y el paseo,
investigué en redes un poco más y me llamó la atención el mensaje que quiere
dar la implementación de este mercado y el trasfondo que no está a la vista
cuando uno asiste al lugar. Me parece importante la iniciativa que tomaron
siendo el primer mercado gastronómico sustentable de Villa Crespo. Una vez que
uno está allí capaz no observa o se detiene a ver la manera en la que están
aportando al cuidado del medio ambiente. Siendo un lugar de venta gastronómica,
donde el uso del plástico prevalece han tomado medidas para disminuirlo y darle
la importancia que requiere. Me parece un gran proyecto, muy valioso en estos momentos
donde hay mucho riesgo si no comenzamos de manera urgente a tener consciencia
sobre los cuidados que debemos mantener.
En conclusión, volvería a Mercat sin dudarlo. Los que ofrece
es más que una buena experiencia, es cultura sobre distintos espacios y comidas
como las asiáticas, mexicanas, judías, italianas, etcétera.
Es el aprendizaje sobre el cuidado del planeta y es el prototipo
que muchos comercios deberían tomar de ejemplo y reproducirlo.
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